Poli-Piel

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Jorge Penadés
25 Jan 2018
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10 Mar 2018

El nuevo cuerpo de trabajo del diseñador Jorge Penadés es una revelación sobre cómo el talento creativo se moldea y evoluciona en el momento en que sale de los confines del estudio/taller y se contamina de otras experiencias, ideas y modos de ver, que pasan a ejercer una influencia autónoma e independiente. Es ésta una tradición frecuente en el ámbito del diseño, ese hecho de que los galeristas “obliguen” a sus diseñadores a abrir la mente a otros presupuestos, a estudiar posibilidades en principio ajenas o descartadas, en definitiva, a explorar territorios que si bien no tienen que ver con las exigencias de los procesos industriales en términos de realidad, coste y beneficio, sí lo tienen con otras exigencias aun más importantes como son las que te fuerzan a cuestionar, investigar o profundizar en asuntos que llevan al límite la propia creatividad y la coherencia personal. Un proceso tan esforzado como estimulante.

Resultado de ese intercambio intelectual y al tiempo resolutivo con los galeristas Mafalda Muñoz y Gonzalo Machado, lo que vemos en esta muestra es evidencia de ese juego de ping-pong, de ida y vuelta, que se estableció entre ellos. El punto de partida sigue siendo el trabajo que el diseñador viene realizando desde hace unos años en el que el cuero es el material estrella, pero a la vez se introducen nuevas ideas y acabados, nuevos modos de tratarlo y de combinarlo con otros elementos. Aquellos primeros listones -realizados a partir de triturar retales de piel que después se mezclan y endurecen usando un aglutinante natural-, con los que Penadés creaba estructuras que combinadas con elementos metálicos se transformaban en mesas o percheros, se encolan ahora alineados para formar bloques y superficies mayores. Estas piezas son el punto de partida de los nuevos diseños de la colección “Poli-piel”, un juego de palabras que hace referencia a la abundancia de capas de piel con la que se trabaja.

Las nuevas piezas resuelven la unión entre los diversos elementos que las componen a partir de cinchas, carracas o espárragos, que si se retirasen de los objetos en cuestión los desarmaría por completo, ya que no llevan tornillos ni otros sistemas de unión. Es un ejercicio de investigación sobre el cómo conseguir la máxima eficacia estructural con el mínimo de recursos posibles, una idea recurrente en el trabajo del diseñador, siempre interesado en conseguir que algo tenga una capacidad estructural que previamente no se le presupone. Es el caso de las lámparas, por ejemplo, cuyas bases están realizadas a partir de una tira de piel de extraordinaria calidad que se enrolla sobre sí misma aportándoles la resistencia necesaria para mantenerse firmes.

Elementos metálicos, cristal, espejos y mármol completan los diseños haciendo de contrapunto al material base que es la piel. Se produce así un interesante diálogo de contrarios, una tensión que afecta a lo estético pero también a lo sensorial y que aporta riqueza en los matices: duro y blando, mate y brillo, cálido y frío, flexible y rígido, rico y pobre… De hecho, esta dualidad viene reforzada por las rigurosas líneas geométricas de los diseños, que se enfrentan y ponen en evidencia el revoltijo de líneas desordenadas que produce el cuero sometido al proceso inventado por Penadés.

Es de señalar una diferente atención al detalle en los acabados, ya sea en los pavonados en negro de elementos como las carracas como en los rebajados ángulos de las piezas de mármol. En conjunto, una posición frente a la estética que abraza con una desenvoltura nueva y diversa respecto a sus anteriores piezas, más crudas y directas. Por otro lado, así como los diseños de este autor siempre tuvieron un cariz escultural, éste es un aspecto en el que se incide ahora con piezas de gran tamaño, como el galán de noche, otras de mucho peso, como la silla de aluminio, un diseño que explora la idea de hacer un elemento tridimensional a partir de uno plano, y que deja muy presentes los tornillos empleados en la fabricación, un guiño a la honestidad de su construcción, al orgullo de esa revelación de la ejecución. Son piezas que funcionan como una declaración de principios sin por ello renunciar a una exquisita ejecución artesanal.